Tradición y Peruanidad

Historia del Pisco
Jaral del Monte

Todo comienza en 1985, con don Juan Prato, que en sus constantes viajes al sur país, se convierte en un gran conocedor de viñedos, y por ende mejor catador de piscos. Desde aquel entonces nace la pasión familiar por nuestra bebida de bandera : el pisco.

Gracias al impulso de Aldo Prato, se funda la bodega A&J PRATO. Luego, Aldo fusiona en sus piscos la tradición taurina con la pisquera, adoptando el nombre que proviene de una afamada y antigüa ganadería de nombre, Jaral del Monte; que brilló por sus logros en la década de los sesenta y en especial en el año 1966, en la famosa corrida por el Bicentenario de la Plaza de Toros de Acho. En aquella oportunidad destacó el toro Poncho Roto por su incomparable bravura.

Tras la gran faena realizada en la Plaza de Acho, le otorgo a su propietario don Fernando Graña Elizalde, grandes satisfacciones como ganadero. Es entonces, que al celebrar los triunfos de la ganadería se unen los sentimientos de peruanidad, brindando con el tradicional Pisco Peruano.

Manteniendo la tradición es que este pisco se elabora a base de las más selectas uvas del sur de nuestro país, seguido de un riguroso proceso de fermentación y destilación, para finalmente obtener un pisco de excelente calidad.